La Manzanilla imposible, al límite de la crianza biológica bajo eterno velo de flor. Dos años de crianza estática y 9 criaderas. Representa la esencia de la albariza, de las soleras de botas centenarias y del cuidado y esmero en una bodega de Sanlúcar. El mejor de los vinos de Francisco Yuste en homenaje a su madre, Doña Caridad Brioso, conocida en vida como Kika.