Una recóndita terraza en pleno centro de Madrid desde donde contemplar los tejados de Malasaña. Un proyecto gastronómico repleto de frescura y salud para cuidarse de manera placentera mientras se disfruta de unas vistas espectaculares en medio del asfalto madrileño. La carta está repleta de propuestas sanas y frescas con dips como el guisancamole, deliciosas sopas frías como la de coco y espárragos, originales ensaladas en las que no faltan ingredientes como el kale o el edamame, y una cuidadísima selección de platos raw como el tartar de solomillo con huevo de codorniz o el tataki de atún marinado en vermouth y Jerez. El espacio, abierto al público general desde las 10 de la mañana hasta la 1 de la madrugada, es un jardín con zonas de sol y sombra creadas con un mobiliario ecléctico que te trasladan a un oasis de vegetación ubicado en el centro de la gran ciudad. Allí se puede disfrutar de un buen desayuno con panes omega 3 o bowls de fruta fresca o un menú del día ligero.
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