La "ley seca" En la década de 1920, entró en vigor, en la cosmopolita ciudad de Nueva York, la "ley seca", que prohibía la venta de alcohol con fines recreativos. A raíz de ello, y para demostrar que toda ley nace para ser quebrada, comienzan a aparecer estos bares con gran misterio. Para poder acceder, se utilizaban contraseñas o invitaciones que solo podían ser distribuidas por los clientes. De esta manera, se iba corriendo el rumor de la ubicación de aquellos locales ocultos que permitieron mantener vigente el ocio y los placeres nocturnos gracias a la gran fidelidad de sus clientes.