Nuestros traductores e intérpretes jurados están nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y tienen capacidad oficial para traducir documentos. Para ello, el traductor certifica que la traducción que hace es fiel y exacta a su original y firma y estampa su sello en la traducción y en una copia del original, tal y como exige la ley. De esta manera, la traducción jurada tiene validez legal plena ante el organismo público o privado que la requiera.