El Centre de Pastoral Litúrgica de Barcelona, conocido por sus siglas CPL, se constituyó desde sus inicios como una asociación privada de fieles, que obtuvo la aprobación del entonces obispo de Barcelona, Gregorio Modrego, y que sigue actualmente con este mismo estatuto. No es, por tanto, un organismo oficial, sino una entidad eclesialmente reconocida pero que se rige por sus propios estatutos y por las disposiciones canónicas que sean de pertinente aplicación.